Con las palmas de las manos
abiertas hacia al cielo,
espero la caída del agua
la caricia de la luz
y el hueco que queda
y se llena, con la respiración
del alma.
Con las palmas de las manos
abiertas hacia al cielo,
espero la caída del agua
la caricia de la luz
y el hueco que queda
y se llena, con la respiración
del alma.
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